¿Se puede aprender a vivir sabiamente?

Centellas sapienciales pretenden ser como pequeñas chispas que quieren ayudar un poco en este apasionante arte de aprender a vivir. Hoy, un cuento tradicional de la sabiduría judía que tiene su miga, por cierto.

Fecha de publicación:
23 | 2 | 2024
Imatge
Espuernes

La sabiduría es el arte de vivir, de conseguir una vida en plenitud, una vida con sentido.  Es un patrimonio que tenemos en común: personas, familias y pueblos. Se encuentra en libros en forma de proverbios, fábulas, mitos, cuentos, parábolas, reflexiones, novelas...

De la misma manera que en Israel hubo un «movimiento o tradición profética», hubo también un «movimiento o tradición sapiencial», con un sello humano y religioso al mismo tiempo. Como fruto de esta experiencia fue naciendo, a lo largo de siglos, una literatura sapiencial que continuó después del reconocimiento canónico de los libros sapienciales que hallamos en la biblia. Creo que podemos descubrir una chispa sapiencial, una centella, en este cuento jasídico:

Un rabino ya anciano preguntó a sus discípulos cómo podían distinguir que había acabado la noche y había empezado el nuevo día. Uno de los discípulos preguntó: – ¿Quizás cuando ves a un animal que está lejos y distingues si es una oveja o un perro?

El rabino respondió: –No.

Otro discípulo continuó: – ¿Es tal vez cuando ves un árbol a lo lejos y puedes distinguir si es una higuera o un manzano?

El rabino respondió: –No.

Un tercer discípulo se animó a decir: –¿Podría ser cuando tienes un hilo en la mano y distingues claramente el color?

El rabino respondió: –No.

Entonces los discípulos a una preguntaron: – ¿Pues cuando es?

El rabino respondió: –Es cuando puedes mirar a la cara a cualquier hombre o mujer y darte cuenta de que es tu hermano o tu hermana. Porque si no ves esto, dentro de ti, todavía es de noche.