De la mano del salmista

Haciendo inmersión en los salmos

Reflexiones, comentarios, vivencias, que nos permitan aproximarnos a estas oraciones de valor incalculable y que, a veces, nos cuesta hacer nuestras.
Los salmos fueron la oración de Jesús a lo largo de su vida.

¿Por qué es tan importante este libro? Pues porque al recitar los salmos, de algún modo nos revestimos de Cristo y esto es posible porque anteriormente él se revistió de nuestra 'carne humana'. El salterio nos ayuda a conocer a Jesús al orar desde nuestra realidad más cotidiana, porque Él oró con los salmos todos los días de su vida. No podemos pasar por alto que Jesús asistió a la sinagoga, a lo largo de los años, y participó en las peregrinaciones al Templo de Jerusalén, en donde se cantaban los salmos. Gracias a la repetición de estos, que Jesús había escuchado desde su infancia, se los sabía de memoria, de la misma manera que los autores del Nuevo Testamento. La misma relación especial que Jesús mantenía con Dios como «¡Abbá, Padre!» es una muestra del sedimento que la oración de los salmos había dejado en él. No se trata de hablar de Dios sino de hablar a Dios, y el salterio, por la sinceridad y familiaridad con que nos brinda esta relación, se convierte en una pieza única. El salterio nos invita a entrar en esa experiencia que culmina un largo trayecto de relación con Dios. Pero, antes de adentrarnos en los distintos salmos, considero oportuno empezar por una introducción. Paso a paso.